VILLA LE PIAZZOLE
August 01, 2016
A la tarde devolvimos el auto en Florencia y nos tomamos un taxi a la Villa donde iba a ser el casamiento que quedaba en las afueras. Increíble. Por suerte había dejado de llover (venía lloviendo toda la semana en Florencia y estaba pronosticado para seguir así una semana más). Los que ya habían llegado, como los novios y mis papás, estaban en la pile así que nos unimos ni bien llegamos.
A la noche hubo un cocktail en uno de los jardines donde nos reencontramos con todos. Estuvo muy lindo. El tema de la cantidad de idiomas que se hablaban (inglés, francés, alemán, español e italiano) lo hacía un poco confuso a veces pero nos entendimos todos bien.
A la mañana siguiente desayunamos muy tranquilos y nos empezamos a preparar para la ceremonia que empezaba a las 4.
Fue en otro jardín que tenía vista de la Toscana y la dieron un amigo de Tomás y una amiga de Déborah entonces estaba mitad en castellano, mitad en francés. Estuvo muy linda, graciosa en algunas partes, no fue muy larga y eligieron muy bien la música. Déborah estaba hermosa. De tocado tenía una rama de olivo que era toda la temática de la fiesta.
De ahí volvimos al otro jardín donde había sido el cocktail la noche anterior para tomar unos aperitivos y comer canapés. Estaba todo riquísimo. También aprovechamos para hacer las fotos oficiales del casamiento y algunos ya empezaron a mostrar las cosas que les habían preparado como discursos y poemas.
La Vera crew salvo por papá que salió escondido atrás de Déborah.
Entre otras cosas había un mapa del mundo con stickers para que cada uno pusiera un puntito marcando el país de donde había ido para el casamiento. En total juntaron como veinte países (entre 89 invitados). Leo y yo fuimos los que habían viajado desde más lejos.
También había una competencia de dulces argentinos y suizos. Había para probar y tenías que elegir entre: dulce de leche y Ovomaltine, Palitos de la Selva y Carambar, Mogul y ositos Haribo, Pico Dulce y Chupa Chups. Obviamente ganó el dulce de leche. El resto fueron más parejos.
Había un libro de invitados donde además de poder firmar podías sacarte una foto con una cámara instantánea y pegar la fotito. Había varios disfraces y cosas para hacer las fotos divertidas.
Después de ahí fuimos una especie de jardín de invierno donde estaban las mesas para la cena. Estuvo todo riquísimo. Como souvenir había aceites de oliva hechos ahí en la Villa con los nombres de Tomás y Deb y la fecha. Todo el vino de la fiesta era hecho ahí también.
Después de eso, en la área de la pileta estaban armando la torta en el momento! Había un chef que hacía el merengue y armaba como una milhojas con crema, merengue, frutillas y chips de chocolate.
Hubo otros discursos, videos, cartas, etc. entre una cosa y otra. Después ya terminó con el bailongo que siguió hasta las dos de la mañana. La pasamos genial, estuvo muy linda la fiesta y por suerte no llovió así que pudimos disfrutar de la Villa.
A la mañana siguiente desayunamos y después la idea era hacer un tour caminando por Florencia guíado por Tomás y Deb en español/inglés y francés respectivamente. Eramos como veinte para el tour. Los Vera intentamos ir caminando a Florencia como para recorrer la zona pero 20' después de salir se nos largó a diluviar encima. Tuvimos que volver, cambiarnos y pedir un taxi.
Caminamos un poco por el centro de Florencia, fuimos al Ponte Vecchio y vimos el Duomo. Después cenamos todos juntos en un restaurant del que salimos rodando a tomarnos un gelato.
Ya a la madrugada siguiente se empezaron a ir algunos, ya no quedábamos tantos para el desayuno y al final eramos sólo Tomás, Deb, Caro, Leo y yo. Chillaxeamos un poco en la pileta, los ayudamos a Tomás y Deb a guardar todo lo que tenían que llevar de vuelta a Suiza en el auto, comimos algo y después ellos emprendieron viaje y nosotros nos fuimos a Florencia a tomar nuestros trenes. Caro siguió rumbo a Frankfurt, Leo y yo nos fuimos a Roma donde esa misma noche tomamos el largo vuelo de vuelta a Sydney.
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